Juanfer volvió a su esplendor: el golazo en Rosario hipnotizó a los hinchas, que deliran por él y asumen que en los ST hace más daño.
Juanfer y un emoticón de WhatsApp para festejar su golazo. Foto: Juan Jose García
Tac. Aunque en las
repeticiones de tevé no se escuchó, ése fue el sonido del golazo de Juan
Fernando Quintero a Newell’s en Rosario el domingo a la noche:
tac. Un golpe seco para cambiarle el efecto chingado a la pelota que había
rechazado como pudo Arboleda ante la presión ® de Julián Álvarez. Tac.
Para que la pelota apenas peinara la grama del Marcelo Bielsa e hiciera
patito un par de veces antes de consumar ese pase a la red, nunca mejor
dibujado, con el que ganó River.
La definición
hipnótica de Quintero fue tendencia en las redes durante todo el lunes. El
gesto técnico, la repentización para hacer fácil lo difícil en una milésima de
segundo, la articulación de plastilina para doblar exclusivamente el pie
zurdo 90 grados. Ese botín de talle 7 UK, que contempla unos 26 centímetros de
magia, es la lámpara de los deseos de todos los hinchas de River.
¡Sí, vos! ☝👑#FiguraRiver ⭐ @CodereArgentina pic.twitter.com/yiyzkwKdqd
— River Plate (@RiverPlate) February 21, 2022
Es el pie que hizo
estallar el mundo con epicentros en Madrid y Buenos Aires con ese gol que
rompió buena parte de las gargantas (y de los corazones) de todo el país. Es el
pie de seda que de cachetada, con un efecto demasiado estético para esas
alturas, asistió a Gonzalo Martínez para que River terminara por salir campeón
de América.
Pero ahí va de
nuevo. Como si nunca se hubiera ido, JFQ ya está haciendo de las suyas
otra vez. Había regresado en el debut por el campeonato contra Unión, ya
había hecho un gol de un penal que él mismo fabricó en la goleada a Patronato
del miércoles pasado, pero fue el domingo en el Parque Independencia cuando
quedó ratificado que la zurda más talentosa del fútbol argentino is in da
house.
Juan Fernando Quintero, puro fútbol 👟✨ pic.twitter.com/Kma1TWkjyn
— River Plate (@RiverPlate) February 21, 2022
Y nada cambió, no.
Nada: el golazo de Juanfer que fue la llave para llevarse tres puntos de una
cancha muy difícil desbloqueó rápidamente un debate que ya lo cansa un poco,
según sus propias palabras: ¿debe ser titular? ¿Hace más daño entrando
desde el banco de suplentes? En cualquier caso, el aporte del colombiano
es magia pura en un fútbol argentino cada vez menos amable para con la pelota.
Cuando todos corren, Juanfer piensa. La aceleración mental vence al tiempo y
también a los velocistas.
Y en ese sentido, un
Quintero ingresando en los segundos tiempos tal vez sí podría ser más
aprovechable, como votó buena parte del mundo gallina en la encuesta de Olé:
cuando las piernas rivales están algo más gastadas aparecen más espacios para
que el 10 haga desastres. Algo que va en sintonía, de hecho, con el patrón
del propio River: la preparación física del equipo hace que sostenga la
intensidad por 90 minutos y termine sacando ventajas hacia el final, como en
Rosario.
😆 Que tengan una semana de 🔟 pic.twitter.com/CIl66ajdSl
No es casualidad la
estadística del último semestre: el lapso de juego en el que el CARP hace
más diferencia es la última media hora. Sí, en la segunda mitad del año pasado
el equipo del Muñeco hizo 61 goles, de los cuales 27 los anotó en los 30
minutos finales de cada partido. En el primer tercio convirtió 12 y en el
segundo, 22.
En ese
contexto, tener fresco a Juanfer en ese tramo decisivo es un ítem que
evidentemente ha evaluado Gallardo en todo este tiempo para diagramar
cada plan de partido, incluido el más importante de todos los tiempos en el
Santiago Bernabéu. De cualquier modo, ya lo dijo MG, probablemente haya juegos
en los que vaya de arranque y otros en los que lo guarde como as de espadas: ya
de por sí el calendario es tan apretado que el DT deberá dosificar las cargas
de todos sus jugadores.
Lo cierto es que el hincha de River está feliz: tiene otra vez en su esplendor al genio que sale de esa lámpara que es el pie zurdo. Pidan un deseo.