D'Onofrio coincide con el mensaje
que el Muñeco le bajó al plantel. "Ahora hay que ganar los partidos que
faltan y olvidarse de Lanús".
No termina de
sentarse que aclara que no hablará de refuerzos. Que va a ser en vano que se le
mencionen apellidos que están en el radar como Pratto, Silvio Romero,
Cvitanich, Montoya, Musto y varios más. Que recién los escuchará de boca de
Gallardo si el domingo es reelecto por los socios. Y que el sábado a la noche
cenará con el Muñeco y Francescoli en el hotel Sheraton aunque ni a los postres
hablarán de las incorporaciones que, a esta altura, desvelan a los hinchas.
Rodolfo D’Onofrio confía en su líder. Y tanto que confiesa que dos días después
de la derrota con Lanús, luego de estar reunido siete horas con el Muñeco en
Ezeiza, decidió postularse porque Gallardo también le confirmó que seguía. De
lo contrario hoy se hubiera escrito otra historia.
Y en plena campaña,
a cuatro días de las elecciones, apura un balance de estos cuatro años de
gestión, que augura sean los primeros de ocho. “¿Cómo voy a tener alguna espina
por resultados?”, subraya en su ejercicio. Y hablando de resultados, solito se
mete en la inquietante actualidad futbolística de River.
-¿Ni
el doloroso 2-4 con Lanús le dejó una espina, Rodolfo?
-No. Que como
hincha el Lanús-River me dolió, me dolió. Y les dolió a los jugadores, también.
Y se nota. Ya lo dijo Gallardo el otro día: “Basta, terminemos con esto, porque
ya está...”.
-Ya
es hora de cerrar el duelo...
-El duelo está
hecho. Y ahora hay que salir a ganar los partidos que faltan y olvidarse de
ése. Y mirar la Copa y si la gana Lanús, aplaudirlo porque es un gran equipo y
es argentino.
-¿Es
el momento más preocupante de este ciclo?
-No, no, para nada.
¿Por qué preocupante? ¿Porque perdimos tres partidos? ¡Nooo!
-No
sólo por las derrotas sino porque es la primera vez que se lo escucha a
Gallardo decir que vio a un equipo suyo sin respuestas.
-Está bien, pero
Marcelo ha sido siempre muy sincero. De él valoro muchas cosas, pero una de las
que más es su tremenda sinceridad. Siempre dice la verdad y lo que todo el
mundo vio. Entonces, está muy bien que haya dicho lo que dijo. Creo que les ha
dado un mensaje a los jugadores. “Hasta acá llegamos. Vamos a cambiar esto y
empecemos a recuperarnos porque ya no es tiempo de estar llorando lo que
perdimos, ya no es tiempo de lamentarse cosas sino de la reconstrucción y de ir
para adelante”. Así que tenemos un líder. ¿Y el líder qué hace? Tiene que
persuadir.
-¿Podrá
persuadir a un plantel que no está acostumbrado a un golpe así?
-Él los va a
persuadir. Es el líder del fútbol. Y lo importante es tener líderes, gente que
realmente vaya al frente. Los jugadores respetan la idea de Gallardo. Y si en
algún momento les dice algo que está mal, lo van a escuchar y lo van a
entender. Porque saben que con la verdad los llevó a la gloria.
-A
propósito de líderes, ¿no cree que al contar sólo con Ponzio, Maidana o Enzo
Pérez este plantel en ese rubro se quedó corto?
-Esa es una
decisión de Marcelo. Como presidente siempre traje los jugadores que me
pidieron Marcelo y Enzo. Nunca un dirigente de River le llevó un jugador a
Marcelo y le dijo “éste tiene que jugar en River”.
-¿En
cuatro años nunca se tentó?
-Jamás. Tengo un
enorme respeto por las estructuras. Eso no quita que alguna vez le haga un
comentario. Y que si gano las elecciones se sentará conmigo y me dirá me
interesa tal y tal jugador y me abocaré a buscarlos. Porque él es el que sabe y
es mi líder. Junto con Enzo arman un equipo excelente. Yo tengo que darles todo
mi apoyo y, si me eligen los socios, en esta etapa me voy a meter más en el
fútbol.
-¿Por
qué no lo hizo hasta ahora? ¿Por respeto o por qué?
-Porque hasta ahora
me quedé en un costado dejando que Marcelo lo haga todo. Y él mismo, en charlas
que hemos tenido, me pidió que me comprometiera más. No lo hacía porque no
quería molestar. Ahora me está diciendo acercate más. Y lo voy a hacer con todo
gusto. Tendré un mayor compromiso en la gestión del fútbol que el que ya tuve.
-¿Ese
mayor compromiso qué implicará?
-Resolver los temas
más rápido porque van a llegar más rápido a mí. Pero no me voy a poner a hablar
de táctica o sobre si tenemos que traer un 9, un arquero, un 4 o un 6 así como
tampoco Marcelo se va a poner a opinar del marketing o la economía del club porque
para eso estoy yo. Voy a acompañar, no a opinar de fútbol.
-Aunque
en sus charlas con Gallardo no opine de fútbol, ¿puede responder qué le produce
ver a Maidana en este nivel por sus problemas en la rodilla?
-Como presidente
tengo que tener equlibrio con mis palabras. El que va a decidir si Maidana está
bien o mal es Gallardo. El les dice a los jugadores cuándo siguen o se van.
-En
seis meses se le termina el contrato a Ponzio. ¿Su continuidad no es un tema de
la agenda como también contar con una alternativa para su puesto?
-El primero que va
a saber si está para seguir es Ponzio, el segundo es Marcelo y el tercero voy a
ser yo. Si fuera por mí, que juegue hasta los 45. Pero no decido...
-No
decide pero avala. Como por caso pagar 3,5 millones de euros por el 50% del
pase de Borré y tener una opción para comprar otro 25% dentro de un año en la
misma cifra...
-Con Borré, como
con otros jugadores, hay que tener paciencia. Si fuera por la hinchada, el Pity
Martínez tendría que haberse ido hace tres años y lo hemos sostenido a muerte.
Todos dudaban y hoy se acabó la duda. Hay jugadores que necesitan tiempo. A
Borré lo trajimos con De La Cruz y Saracchi para que se vaya haciendo. El tema
es que este año nos pasó de todo y terminaron jugando partidos importantes.
-¿En
qué lugar de la estructura del fútbol se sumará Hernán Díaz?
-No sé si se
sumará. Sólo sé que estuvo reunido con Francescoli y Marcelo. Los ídolos o
glorias se incorporarán si pueden aportar. ¿Cavenaghi? Se va a dedicar a otra
cosa, pero dejo que lo cuente él...
-¿Y
usted no les contará a los hinchas de los refuerzos?
-No, porque no los
sé. Gallardo los debe tener en su cabeza. Y si sigo siendo presidente, recién
ahí me los hará saber.