El Más Grande volvió a darle otro
duro cachetazo a Boca, le ganó 2-0 con los golazos de Gonzalo Martínez e
Ignacio Scocco y le demostró quién manda. ¡Llora La Boca, La Boca llora!
Todo Superclásico
es vibrante, se juega con muchísima intensidad y a mil pulsaciones por segundo.
Y esta, sin dudas, no fue la excepción en el estadio Alberto J. Armando, donde
River pisó fuerte durante la primera mitad.
Aun así, en el
comienzo del encuentro, el equipo de Guillermo Barros Schelotto fue el primero
en generar una ocasión de peligro por medio de Darío Benedetto, quien metió un
fuerte disparo de derecha. Pero, aunque parecía que la pelota se iba a ir por
arriba del travesaño, Franco Armani puso la mano y la envió al córner.
Luego, La Banda dio
vuelta la imagen y comenzó a presionar muy bien -y en bloque- a la defensa
rival. Y de esa forma, los dirigidos por Marcelo Gallardo encontraron el gol:
provocando el error con la presión alta.
Exequiel Palacios
fue a disputar una pelota dividida y, tras un rebote, una pelota aérea le tocó
a Gonzalo Martínez, que envió una zurdazo de volea para poner el 1-0 en la
Bombonera. ¿La curiosidad? El tanto
fue muy similar al que el Pity hizo en el Superclásico que el Millo ganó el 14
de mayo de 2017.
Pero minutos más tarde,
River recibió una pésima noticia: Martínez, que estaba teniendo una actuación
sobresaliente y hasta había metido un gran caño ante Jara, sufrió una molestia
muscular y debió ser reemplazado. Y Juan Fernando Quintero debió tomar la
responsabilidad de reemplazarlo.
Increíblemente,
sobre el final de la primera parte, Edwin Cardona le metió un durísimo manotazo
a Enzo Pérez. De todos modos, Mauro Vigliano tan sólo le sacó tarjeta amarilla.
Sí, la jugada fue para expulsión...
Ya en la segunda
parte, el elenco del Muñeco entró demasiado dormido. Estuvo 15 minutos
sufriendo demasiado los avances de Boca con varias jugadas elaboradas por medio
de Cristian Pavón y Darío Benedetto.
A pesar de que se
olfateaba un empate de Boca, la defensa logró estar firme para aguantar durante
mucho tiempo. El DT de River metió mano en el banco de suplentes y agotó todos
los cambios a falta de más de 20 minutos para que finalizara el encuentro: ingresaron
Zuculini y Scocco en lugar de Pérez y Pratto.
El ingreso de Nacho
le dio frescura al equipo y, a los 69 minutos, aprovechó una gran jugada de
Quintero y metió un sablazo imposible para Agustín Rossi. Sí, esto fue un
mazazo para Boca, que tras el segundo tanto del Más Grande se derrumbó.
Si bien el local
logró generar algunas ocasiones de peligro sobre el final, lo cierto es que
River fue inteligente a la hora de tomar decisiones cuando estuvo en contacto
con la pelota. Jugó con la desesperación del eterno rival y se quedó con un
triunfazo merecido. ¿La yapa? Armani
se lució con una tremenda atajada en los últimos minutos para seguir
demostrándole a todo el fútbol argentino que merece ser el arquero titular de
la Selección.
De esta forma, el
conjunto de Gallardo alcanzó los 10 puntos en la Superliga 2018-19 y nada menos
que ganándole 2-0 a Boca en su cancha, donde varios hinchas volvieron a
abandonar en los últimos minutos del juego.
¡Qué alegría ser de River!
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