El Muñeco usará este tiempo libre para pensar su futuro y tiene en vilo a todos: River, Uruguay que insiste por él, otros clubes atentos y millones de hinchas...
¿El Muñeco se despedirá de River tras siete años y medio? (AFP)
Y pensar que todo
nació en una sala de espera. Fue en el aeropuerto de Carrasco, en Montevideo,
en junio de 2012: Enzo Francescoli se encontraba de casualidad con Marcelo
Gallardo, que acababa de dejar la dirección técnica de Nacional, y se
impresionaba por lo preparado que se mostraba su amigo y ex compañero para ser
un flamante entrenador. Después de esa charla fortuita y de otra que se daría
meses después en un restaurante de chivitos en La Lucila, el Príncipe anotaría
su nombre con marcador indeleble en su block de notas.
Esta vez la sala de
espera es mucho más grande. Está Enzo, pero también están millones de personas.
Está la dirigencia del CARP, los candidatos opositores a las próximas
elecciones, los jugadores, los empleados del club, todos los hinchas de River que
empiezan a auto convocarse pidiendo por su continuidad, todos los hinchas de
Boca, todo Uruguay, los presidentes de distintos clubes del mundo. El que
todavía no está es Gallardo. O, en todo caso, Gallardo es el avión. Y la
incertidumbre pasa por saber si despegará o no.
Las declaraciones
del Muñeco luego del último título que tachó en su lista todavía resuenan en el
Monumental. Sobre todo después de que el DT prefiriera no hablar tras el
empate del domingo 2-2 en Rosario con Central. Y los tres días de descanso que
decretó el propio técnico como premio al plantel luego de ganar la Liga
evidentemente le servirán también a él para aislarse por 72 horas de cualquier
ruido y hacerse preguntas a él mismo. Algo similar a lo que hizo a fines de
2016, cuando viajó a Punta del Este para meditar una decisión en la que terminó
ganando su corazón, el que ahora también le pide seguir en el club de sus
amores.
Pero si ésta
“seguramente será la decisión más difícil” de su vida, es porque la razón es la
que hace fuerza para ponerle fin al ciclo más maravilloso de la historia de
River y también de la historia del propio Gallardo. Porque ya le dio “todo al
club”. ¿Hay algo más que esto? En estas horas, con su almohada como única
testigo, saldrá la respuesta.
La propuesta de Uruguay a Gallardo y más
En el medio, desde
la AUF siguen insistiendo por él: a las declaraciones de Jorge Casales (miembro
del Comité Ejecutivo) y de Luis Bruno (dirigente de Nacional durante la era MG
y actual intermediario para sondear al deté), que hablaron de “buenas señales”
y hasta de un “65% de chances de que acepte”, durante la entrega del Balón de
Oro fue el mismísimo Luis Suárez el que le metió fichas al Muñeco para que
dirija a la Celeste.
Así y todo, y a la
espera de una reunión en persona con el presidente Ignacio Alonso -que en las
últimas horas recibió amenazas de muerte de parte de hinchas de Peñarol y
acusaciones del club Manya de torneo amañado-, los que conocen al Muñeco en la
intimidad creen que de no continuar en River elegiría descansar un tiempo como
hizo aquella vez tras el encuentro casual con Francescoli en Montevideo. Así,
menos correría la chance que se le volvería a abrir para dirigir a un Flamengo
que este lunes acordó la salida de Renato y que ya lo quiso hace dos años.
En ese contexto, la
CD de River tiene hoy la misma incertidumbre que todos los hinchas. Puertas
adentro incluso se preguntan cuándo hará el anuncio el entrenador más ganador
de la historia, teniendo en cuenta que el del domingo contra Defensa y Justicia
podría ser el último partido de MG en el Monumental y la última chance,
entonces, para despedirse de la gente si quisiera irse, a menos que el club
abriera la cancha el 9/12 o habilitara la inauguración de su estatua, algo de
lo que por ahora nadie en la directiva quiere hablar en la previa a las
elecciones.
Hoy Gallardo está
solo con él mismo haciendo su replanteo. Del otro lado, la sala de espera más
grande del mundo.