Aún con incógnitas en el 11,
Marcelo Gallardo apuesta a su receta: en Cardales, trabaja para
volver a forjar la enorme mentalidad copera de River.
"Sí,
yo creo que sí, que la mentalidad es más importante que la táctica. Porque eso
es lo que te sostiene en los momentos en los que por ahí el juego no fluye con
naturalidad. Y es duro, eh, porque tenés que estar todo el tiempo fuerte desde
lo mental, todos, porque cuando claudica uno, claudican dos, y claudican tres,
y ahí no te sostenés en las difíciles”. La frase es toda una declaración de principios de
Marcelo Gallardo, y es de una nota en la última pretemporada en Orlando.
Mientras todo el
mundo especula con la formación inicial del equipo, él no descuida lo mental.
Si juega Montiel en lugar del lesionado Moreira, si por izquierda mantiene a
Casco por experiencia y derecho de piso o si apuesta al momento de otro pibito
como Saracchi, si arriba arranca De la Cruz para acompañar a Scocco, si juega
Auzqui de extremo como contra Wilstermann, si entra el equilibrista de Rojas y
se adelanta Nacho Fernández... Gallardo ya lo debe tener bastante claro. El
Muñeco no descuida la estrategia para un partido tan importante como el de
mañana frente a Lanús, un trámite que, él considera, “se definirá en detalles”.
Prueba, prueba y
prueba. Piensa, anota, borra y vuelve a anotar. Pero acaso lo que más le
interese a Eme Ge sea forjar esa personalidad que generalmente tienen todos sus
equipos, que sale a la luz en las paradas más bravas, que logró dar vuelta,
recientemente, una serie que pintaba imposible contra los bolivianos.
Y en eso labura el
cuerpo técnico durante estas horas en su búnker de campaña, que es el Sofitel
de Cardales, donde el plantel descansa desde anoche después del entrenamiento
vespertino en el que hizo trabajos físicos de coordinación y velocidad,
actividades tácticas y ejercicios de definición. Y es que en esta reserva
alejada de los ruidos de la ciudad no sólo se entrenarán hoy desde las 17 para
ultimar detalles del partido: también la idea de repetir el lugar de
concentración tiene que ver con la idea de propiciar la unidad, el
compañerismo, esa máxima de “que no claudique nadie, porque claudica uno y
claudicamos todos”. Vamos todos unidos, vamos no nos quedemos, como canta la
hinchada. De la táctica, los nombres, la estrategia finita, los detalles, los
cuidados sobre el VAR... De todo eso ya se encargó Gallardo. Lo que ahora
necesita reforzar, una vez más, es esa mentalidad con la que el equipo saltará
a la cancha.
