Una lección de Fútbol en
En un partido que se había
transformado en una caldera por las declaraciones de los dirigentes paraguayos
en la previa, River sacó chapa y le demostró a Guaraní que en la cancha es
donde el equipo del Muñeco responde. Grandes debuts de los refuerzos y una
victoria fantástica para esperar la vuelta en agosto en el Monumental.
Empezó la
"verdadera" Copa Libertadores. Ese mata y muere donde no hay margen
de error. Y River tenía enfrente al aguerrido equipo Guaraní que embarró la
cancha con comentarios extra futbolísticos durante los días previos al
encuentro.
Dirigentes
paraguayos que oficiaron de hinchas, cruzando la barrera del
folclore, fueron testigos privilegiados de la clase del Más
Grande. En el certamen más importante del continente, al cual no todos lo
pueden jugar y muchos deben verlo por Fox, el equipo del Muñeco jugó desde
el inicio con autoridad, imponiendo respeto y hasta temor.
La figura de Ponzio
fue fundamental. Con timing para la recuperación y la distribución, fue el
pilar de este River, que no sufrió la ausencia de Maidana debido a la correcta
actuación de Pinola y Lollo en la zaga central, sumado las buenas
intervenciones de Batalla. Scocco tuvo un gran debut que coronó con su gol
de tiro libre, a pesar de haber sido ayudado por el rebote en la barrera. La
falta de aporte de Alario en la red se vio reemplazada por el cabezazo de
Larrondo que puso cifras definitivas. Párrafo aparte para Moreira que fue un
tractor y al que sólo le faltó el gol.
Todavía falta. El 8
de agosto River deberá cerrar la serie en el Monumental, pero puede irse de
vacaciones y luego comenzar la pretemporada tranquilo, sabiendo que la casa
está en orden, y que River es El Más Grande de todos y nunca abandonó.
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