El Millonario se impuso 1-0 sobre
Independiente Santa Fe en Colombia, donde logró la clasificación a los octavos
de final de la Copa Libertadores. Pratto marcó el gol decisivo, mientras que
Armani y la defensa se encargaron de sostener la ventaja. Gallardo sorprendió
tácticamente.
La ilusión comienza
a tomar forma poco a poco, sin apresurarse, pero a paso firme. River ganó 10 de
sus últimos 11 partidos oficiales, una marca que invita a posicionar como un
potencial candidato para la conquista de América. Desde que asumió Marcelo
Gallardo, El Más Grande se transformó en un equipo protagonista a nivel
internacional, temible para cualquier adversario, independientemente del
escenario de turno. Esta noche hubo un ejemplo claro en Bogotá, lugar del que
La Banda se llevó los tres puntos para asegurarse un lugar en la próxima fase,
a una fecha para el cierre en el Grupo D.
Gracias al gol de
Lucas Pratto cuando iban 23 minutos del primer tiempo, tras una asistencia
perfecta de Juan Fernando Quintero, teniendo en cuenta tanto la precisión como
el momento del pase, River venció a Independiente Santa Fe. Además del tanto,
Franco Armani respondió para evitar que un cabezazo de Baldomero Perlaza
señalara el 1-1, mientras que la defensa, acompañada por dos carrileros
ocasiones -Gonzalo Montiel y Marcelo Saracchi en la derecha e izquierda,
respectivamente-, brindó seguridad. El sorpresivo 3-4-2-1 que dispuso el Muñeco
le aportó soluciones al equipo durante el primer tiempo.
Sin embargo, el
Millonario sufrió un poco en la segunda parte, debido a que perdió la tenencia
del balón en el medio como consecuencia de tres factores: la reorganización
táctica del conjunto local, el desgaste realizado a 2.500 metros sobre el nivel
del mar y la fragmentación entre los volantes ofensivos con relación al resto
del equipo. Así River se vio obligado a quedar replegado, apostando al recorte
de espacios y un contragolpe que le permitiera estirar la diferencia o al menos
tomar un respiro. A través de los cambios, Gallardo buscó una reacción, aunque
no fue suficiente porque el panorama se mantuvo de la misma manera.
Pese a padecer una
serie de sobresaltos, River conservó la ventaja porque más allá de mostrar
solidez atrás, Santa Fe tampoco fue certero para la resolución. Y cuando
acertó, Lucas Martínez Quarta le negó el grito de gol al siempre peligroso
Wilson Morelo. La buena circulación que tuvo el elenco de Núñez durante la
etapa inicial se diluyó por completo. Pratto no sólo resultó indispensable por
su segundo gol consecutivo en esta edición de la Libertadores, sino también a
raíz del despliegue que tuvo para pelear por cada balón. El delantero
nuevamente fue la figura de un equipo que empieza a construir una ilusión.
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