“Hoy trato de disfrutar un poco más”
Rojas, que logró hacer la pausa también afuera, dice que para pelear hasta el final deberán ganarle a Temperley y a Boca.
¿Acaso uno puede deleitarse siendo jugador de River? ¿Tal vez es posible lograr cierto regocijo formando parte de un equipo que no sólo pelea cada título que juega sino que está predispuesto para ganarlos? ¿Quizá hay tiempo para el disfrute en medio de la vorágine que supone perdurar en uno de los clubes más grandes de América? Se pueda o no, sea posible o no, haya tiempo o no, desde su regreso a su lugar en el mundo Ariel Rojas al menos lo está intentando. “Hoy trato de disfrutar un poco más”, reconoce un Chino que a los 31 años logró la madurez necesaria para hacer afuera de la cancha lo que le resulta fácil adentro: parar la pelota en medio de tanto vértigo y ver la vida pasar mientras los demás siguen corriendo. Diez temporadas después de su incursión en el fútbol grande, el Chino llegó para quedarse. Y para imprimir su sello también en esta nueva creación de Gallardo: el del toque simple pero a la vez profundo y el de la pausa que acelera. Cerebro por encima del músculo, a Rojas le pasó lo que al común de los mortales: los años le aportaron la experiencia suficiente para ver cuando mira. Y Ariel Mauricio ve que a su alrededor está el mejor técnico de la historia de River, que en su geografía sobresale un Monumental que -reformado o así como está- es un pedazo del fútbol mundial, que los que le devuelven paredes son talentos con destino europeo como Alario, Driussi o incluso el Pity. Y ve, también, que hoy logró que se lo valorase muchísimo más, como reclamaba Barovero, que antes de su abrupta partida hacia el exilio mexicano. “Intento disfrutar lo que me está tocando vivir y no pensar más allá”, insiste con la misma cadencia con las que hace circular la pelota. Lo que le toca vivir, ya, el sábado, es un Temperley que aparece como escala antes del superclásico. Y lo disfruta a pesar de las responsabilidades que eso implica. “Tenemos que ganar este partido y también el de Boca si queremos aspirar a algo más. Sabemos que, si pretendemos pelear hasta el final, no podemos perder ningún punto”, dice con la tranquilidad que le da la sabiduría. Porque el Chino sabe que, al fin, le llegó el momento de disfrutar de River