Cacique va a estar bien...
“No estoy al máximo desde lo
físico”, admitió Maidana, quien hace un trabajo especial durante la semana para
llegar bien a los partidos. Aguante, guerrero...
Estaba tapizado de
mosquitos, de estos mosquitos mutantes que llegaron desde Melmac y que dan
vueltas por todo el país, aunque en el predio de River en Ezeiza formaron una
especie de metrópolis. Y el tipo estaba bañado en mosquitos mientras charlaba
con la prensa. “¿Jony, querés repelente? Acá tenemos”. “No, no, dejá, no pasa
nada”. Claro: mirá si Jonatan Maidana le va a tener miedo a un arsenal de
bichitos. Con esas cicatrices en la cabeza que son el mapa de su carrera, con
tantas batallas, con tantos delanteros jodidos en contra, Maidana no le puede
temer a nadie. A nadie más que a sí mismo. O, más específicamente, a su rodilla
derecha. Esa maldita rodilla es la única que lo puede desestabilizar, que lo
puede sacar de una práctica o de un partido. Y él lo admite:“Estoy tratando de
recuperar ese nivel físico: en la pretemporada tuve un inconveniente y no pude
recuperarme del todo. Los partidos ayudan: a veces, en los entrenamientos, uno
tiene que bajar las cargas para buscarle estabilidad a la rodilla, que me
genera un poquito de líquido. Hasta ahora no he tenido problemas en los
partidos, pero sin dudas no estoy al máximo desde lo físico”, explicó el
defensor con el que Gallardo se va a la guerra así estuviera rengo. Sí, la
sinovitis en la zona provoca que Maidana no siempre se entrene con normalidad,
que -como ayer- haga ejercicios aparte con los profes. Y todo tiene un origen
en octubre de 2012, cuando fue operado de la rotura del ligamento lateral
interno de la rodilla derecha. A partir de ahí, el zaguero empezó a tener
problemas que últimamente son más periódicos y que, con todo, aún no lo
marginaron de ningún partido oficial en el año (la única vez que no estuvo,
ante Unión, fue por suspensión). Sí, el dos no falta casi nunca, pero tal
vez Gallardo empiece a guardarlo en algunos de los compromisos que tiene en un
mayo minado de fútbol. Un mayo que tiene su epicentro competitivo en poco menos
de dos semanas, en la Bombonera contra Boca. Un partido que Maidana no se
quiere perder por nada, pero para el que llegará bastante al límite si no frena
antes por Copa o campeonato. Y, lamentablemente, el problema crónico que padece
Jony cada vez molesta más, su rendimiento físico puede ir mermando, y tal vez
desde el club sea el momento de empezar a preveerlo para ir mirando centrales
que estén a la altura de un guerrero que ganó todo en Núñez y que quiere seguir
haciéndolo a pesar de su rodilla. “Hace más de cuatro años me operé y se me
generan algunas roturas de adherencias. Se desestabilizó un poco y en los
partidos siento una mínima molestia, y termino con ese líquido: es la reacción
del cuerpo a proteger la zona. En la semana la recuperamos para llegar bien a
los partidos: lo vamos hablando en el día a día con los médicos y el cuerpo
técnico”, siguió Maidana en diálogo con La Red.
Mientras tanto, los
hinchas ya le prenden velas: en la Bombonera volverá a dar pelea, “a buscar una
victoria”, así sea con la rodilla entre los dientes.
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