Fallas propias y un muy mal arbitraje es el saldo del partido contra Vasco

El Millonario perdió 0-1 ante Vasco da Gama en Orlando, donde careció de profundidad durante el primer tiempo y padeció diferentes falencias en la segunda parte. Hubo dos goles anulados por posiciones adelantadas y tampoco existió infracción en el golazo de tiro libre que marcó Nené.

River finalizó su participación en Estados Unidos con un trago amargo. Es que si bien fue superior a Vasco da Gama en el balance general del encuentro, pagó caro la falta de puntería en los metros finales, así como los errores del segundo asistente Esteban Rosano, que sancionó offside en dos jugadas que culminaban en gol del Más Grande.

La primera parte mostró a un Millonario con mayor tenencia de pelota, pero sin la profundidad suficiente. Marcelo Gallardo dejó de lado la línea de tres en el fondo y dispuso un 4-2-2-2, con Leonardo Ponzio y Joaquín Arzura en la contención, permitiendo que Matías Moya y Gonzalo Martínez fueran los encargados de abastecer a Sebastián Driussi -el arquero Martín Silva le negó la apertura del marcador- y Lucas Alario.

En ese contexto, Augusto Batalla respondió bien en las dos de las cuatro ocasiones que generó Vasco da Gama, debido a que se anticipó en el primer avance y en otro contuvo un remate de Thalles. El propio atacante brasileño tuvo la más clara mediante una resolución que fue rechazada por el travesaño. ¿La restante? Un derechazo apenas desviado del lateral derecho Yago Pikatchu.

Para el complemento, River exhibió una agresividad mayor, tal como pretendía el Muñeco, según lo que expresó en su análisis final. Es que los volantes aceleraron tanto en la elaboración como a la hora de recuperar, mientras que el Pity apareció mejor sobre la banda izquierda, sin olvidar el aporte de ambos laterales: Jorge Moreira, cuyos centros por la derecha causaron inquietudes, y Luis Olivera.

La ventaja podría haber sido del conjunto de Núñez, pero el línea número 2 falló al levantar la bandera en un cabezazo de Alario, a los nueve minutos del segundo tiempo, y en otra acción, cuando iban 17, que concluía en definición de Mora. Como si fuera poco, el juez principal tampoco estuvo fino: vio una falta inexistente de Lucas Martínez Quarta -quite limpio- que dio lugar al golazo de tiro libre señalado por Nené.

Antes y después de la conquista del equipo carioca, River tuvo posibilidades desaprovechadas. Mora chocó con las manos de su compatriota Silva, luego careció de puntería en un par de chances. Además, el ingresado Camilo Mayada remató apenas arriba. ¿Por qué el Millonario llegó con mayor frecuencia? Principalmente, a raíz de que fue directo, supo dónde acelerar, empleó el centro como recurso.

A pesar de avasallar a su rival durante los últimos instantes, River no pudo hallar el empate. Incomodó al fondo brasileño mediante cada pelota parada a favor, abriendo la cancha y a través de juego asociado. Aunque fue víctima de falencias propias y ajenas para gritar al menos un gol. El saldo refleja uno en tres presentaciones, cifra pobre. Sin embargo, la búsqueda principal pasa por el funcionamiento a futuro.