Poco Amistoso

Un simple partido de pretemporada dejó secuelas en River, debido a que sufrió dos bajas por lesión y un juvenil como Moya falló en el penal decisivo de la serie.

Tras un 0-0, el Millonario cayó en la definición desde los 12 pasos frente al Sao Paulo, por la semifinal de la Florida Cup. La tristeza es lógica. No tiene que ver con una eliminación de un torneo de verano ni tampoco por el funcionamiento del equipo, alternativo esta vez, en plena etapa de desarrollo.

La preocupación durante estas horas pasa por la lesión que sufrió Denis Rodríguez (en principio, con un esguince de ligamentos en la rodilla izquierda), de buen rendimiento, y la salida temprana de Iván Alonso, de menor envergadura, pero mala noticia igual.

Un simple encuentro estival terminó como nada amistoso para River. Además de poner en práctica un esquema 3-1-4-2, con línea de tres en el fondo, un volante tapón más dos internos, Marcelo Gallardo buscó que los suplentes acumularan rodaje y demostraran que pueden pelear por la titularidad.

El ensayo contra los titulares del Sao Paulo dejó un balance pobre en términos de desempeño, aunque exitoso por sostener la igualdad parcial al cierre de la etapa inicial, antes de que llegara la catarata de cambios y su consecuencia en el trámite del encuentro.

Si no fuera por la actuación destacada de Enrique Bologna, acaso la mejor noticia de la noche, el Millonario se hubiera ido al descanso al menos dos goles abajo.

Le atajó un penal al peruano Christian Cueva cuando iban dos minutos del primer tiempo -falta de Facundo Medina, incómodo al principio- y en otras cuatro ocasiones negó la apertura del marcador en los cuarenta y cinco iniciales. Sirvió para que River pudiera irse al vestuario con la esperanza de torcer el rumbo en la segunda parte. Sin embargo, la grave lesión de Denis, cuya tarea fue positiva gracias a precisión para la distribución e inteligencia en el circuito de juego, fue un golpe duro.

Los cambios permitieron que El Más Grande exhibiera una mejor imagen en los instantes decisivos, aunque Gonzalo Martínez estrelló un zurdazo en el travesaño sobre la hora, tras un centro de Camilo Mayada. Luego, en la definición por penales, Sao Paulo fue muy contundente -acertó ocho de nueve- y ganó 8 a 7 desde los 12 pasos. Lamentablemente, un resultado anecdótico para un amistoso que dejó incertidumbre a raíz de las lesiones.