Empieza el quilombo

Empieza el quilombo

Con un equipo inédito que tendrá a Alario como única referencia posicional, River se juega a las 21.45 el pase a los cuartos de la Copa.

La pregunta que le hizo Olé a Marcelo Gallardo durante la pretemporada en Orlando quedó sin respuesta. Es que al técnico de River no le interesa mucho eso de los numeritos. Y porque, la verdad, su equipo no sería fiel a ninguno de ellos. La necesidad del periodismo por parar al equipo en una canchita, de ubicar cada apellido en un sitio determinado, suele dejar a muchos en ridículo pero más con este River. Y es que los únicos jugadores a los que se podría congelar en una posición fija en el 11 que pondrá esta noche el Muñeco ante Guaraní son Lux, Maidana, Pinola, Ponzio (hasta ahí) y Alario. El resto se mueve para todos lados para no darles referencias de marca a los rivales.

Enzo Pérez, que debuta en River en una noche de Copa con el Monumental a tope, como habrá soñado tantas veces de chiquito y de grande, puede arrancar como un interior derecho, como ladero de Ponzio, pero por momentos se pasa a la izquierda, por otros se abre a la derecha como en sus viejos tiempos de Pincharrata, y otras entra por el medio como una tromba para llegar al área a la carrera. Rojas se mueve a la izquierda del cinco pero puede terminar desbordando casi como un extremo por la banda. Moreira y Casco son aviones por los carriles pero también se cierran en la mitad de la cancha (sobre todo Milton) cuando es necesario. Nacho Fernández y Gonzalo Martínez juegan absolutamente por todos lados, como en el semestre pasado, aunque esta vez el Pity arrancará unos metros más adelante para ser por pasajes del juego un segunda punta.

Es el quilombo organizado del que hablaba el 10 en Olé la semana pasada, la rotación que ya había arrancado hace seis meses, que remitía a la del primer River de Gallardo y a la escuela de Holanda que siguió más adelante Guardiola y, sobre todo, Klopp en el Dortmund y ahora en Liverpool. Es ordenar el desorden, el caos entrenado, utilizado como metodología de juego para lograr un factor sorpresa que torne indefendibles los ataques de River. Este River, el que hoy se juega un pasaje a los cuartos de final de otra Copa Libertadores, está armado en función del ataque, en todo sentido: el ataque al espacio, el ataque al arco contrario, pero también el ataque a la pelota cuando la tiene el otro equipo: presionar bien arriba, con la misma intensidad, para recuperar rápido y seguir buscando.

Probablemente sea lo más difícil de conseguir para un técnico de fútbol: el bolonqui organizado. Porque los esquemas en el fútbol suelen ser ajustables, los jugadores se mueven. Pero, en general, se mueven desde un lugar, parten de un sitio determinado al que vuelven cuando termina la jugada. En este River los futbolistas ya parten desde distintos lugares, con una variedad de dibujos infinita. Es a lo que aspira el Muñeco. Y lo pone en práctica esta misma noche, en un partido a todo o nada, con la ventaja del 2 a 0 de la ida en Asunción pero sin margen de error, contra un equipo que deberá salir a quemar las naves.

Con más de sesenta mil personas reventando el Monumental, con el regreso de Lux en el arco, el debut de Enzo Pérez, la presentación en el Monumental de Pinola, y Scocco guardando goles en el banco, esta noche, a las 21.45, arranca el quilombo de la Copa Libertadores. El quilombo de River.

Fuente:Olë