Perdió puntos importantes
River desperdició la chance de
quedar primero: San Lorenzo le ganó 2-1 con goles de Blandi y Díaz. Driussi,
lesionado, había empatado para el Millo. Encima, Boca venció al Rojo y quedó a
cuatro de la cima.
Sin punta. River
tenía la gran chance de meterle presión por unas horas a Boca, de quedar como
puntero en solitario. Pero se mancó en el Nuevo Gasómetro ante un San
Lorenzo que pelea por ingresar a la Libertadores. Fue por 2-1 con goles de Díaz
y Blandi. Driussi, que se fue lesionado en el primer tiempo, la había metido de
penal. Y, con el triunfo de Boca ante Independiente, quedó a cuatro de la
cima. Difícil. ¿Podrá remontarlo otra vez?
Primer tiempo
cambiante, con un Millo tratando de ser protagonista en los primeros minutos y
un Ciclón respondiendo al capitalizar un error del fondo visitante: Belluschi
mandó un centro al área ante la marca de tres hombres y Blandi, pescador,
madrugó a los centrales para el 1-0 a los 13 minutos. Al toque, mostrando
entereza, los de Gallardo lo empataron: centro de Martínez, mano de Angeleri y
gol de Driussi de penal. Y cuando parecía que River se lo empezaba a llevar por
delante, sufrió la baja de Driussi por lesión. A partir de ahí, con un Nacho
Fernández intermitente y un Pity que se fue desinflando, perdió juego y Alonso
con Auzqui no tuvieron peso. El Ciclón cerró mejor esa parte mediante las
apariciones del pibe Merlini por la banda izquierda y con Belluschi también
importante a la hora de inquietar. Eso más la movilidad de Cerutti y la
presencia de Blandi.
Ya en la segunda
parte, San Lorenzo se volvió a poner en ventaja. Centro al área de Belluschi,
floja respuesta de Batalla y un Paulo Díaz que se encontró con la pelota para
el 2-1. A partir de eso, el partido se quebró. Porque River lo fue a buscar,
pero sin la justeza o claridad suficiente: la dupla Alonso y Larrondo no fue
suficiente para incomodar al fondo de San Lorenzo, que sacó todo. Auzuqi tuvo
una inmejorable situación -la más clarita- pero se lo perdió, tal como había
pasado ante Boca en la Bombonera. De contra, los de Aguirre podrían
haberlo liquidado antes de tiempo, pero tampoco supieron aprovechar esas
gentilezas de un visitante ya jugado. Botta, el fiel reflejo de ese
desperdicio.
CASLA terminó con
el puño apretado y festejando un triunfo importante de cara a la lucha por
entrar a la Libertadores. En tanto, River dejó pasar una buena oportunidad.
Hoy, por lo menos, no sacó punta. Y quedó más lejos de Boca...
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