SAN LORENZO - RIVER (14 HS)

Que se juega River?

River debe sumar de a tres en el NG ante San Lorenzo para esperar desde arriba de todo el partido de la contra. Partidazo en el Bajo.

Esta tarde, cueste lo que cueste. River sale a jugar otra final del mundo, la tercera en menos de una semana exacta. Y tendrá la posibilidad de ser, al menos por unas tres horas, el único puntero del campeonato si le gana a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Sí, por primera vez en el año, la carrera de River a lo pacman detrás de Boca puede cambiar de signo: de los once puntos abajo con los que arrancó el 2017 tras el pálido empate frente a Unión en la reanudación del campeonato a la chance concreta de superar al rival de toda la vida en la tabla y mirar el partido que tienen ellos contra Independiente en la Bombonera con un balde king size de pochoclos dulces. Y es que River quiere ir por todo, River olfateó sangre, la sangre que más le gusta, pero si logra el campeonato, algo que nunca se había planteado seriamente hasta aquí, significará una hazaña histórica, una cereza en ese volcán de chocolate gigante que bien podría metaforzar el acaramelado ciclo de casi tres años que lidera Marcelo Gallardo entre tantos títulos de todos colores. Y es que el torneo doméstico fue el objetivo postergado durante toda la temporada: primero por la Copa Argentina y ahora por la Libertadores: en todo caso, la meta principal en el certamen nuestro de cada domingo era entrar a la Copa de 2018...

Por eso River disfruta. Porque el partido de hoy, el contexto de este clásico frente a San Lorenzo en el Bajo Flores, es un privilegio. Todo lo contrario a lo que sucede en el lado de enfrente: para Boca todo es un sufrimiento, ganar este campeonato es una obligación, es sacarse un peso de encima, es el alivio de evitar una gastada monumental, otra más en este tiempo. Con la mentalidad opuesta va River a jugarse el título a la casa del Ciclón, con la responsabilidad de siempre, pero con la ambición y el sueño de alcanzar la zanahoria y la seguridad de que si no se le da, nadie hablará de fracaso, de escándalo ni nada por el estilo como probablemente ocurra del otro lado con un equipo, el de Guillermo, que si fuera un gato ya habría dilapidado seis vidas, que llega con la barrita de energía baja, en rojo.

Claro, no la tendrá nada fácil: enfrentará a un equipo muy fuerte, contra el que le costó mucho las últimas veces por campeonato en el Nuevo Gasómetro. Y, claro, sin el as de espadas: Alario no estará entre los 11 porque cumplirá con su fecha de suspensión tan aplazada por el artículo 225 por los pibes Palacios y Montiel del Sub 20, al igual que Moreira, la otra baja sensible de la defensa. Volverá Casco en tiempo récord, pasará Mayada a la derecha y arriba la delantera quedaría algo renga, con un reemplazo como Auzqui que tiene otras características. 

Como sea, River debe ganar o ganar para que el sueño siga intacto, para saborear esa sensación de verlos a todos desde arriba aunque sea por un ratito. Para eso debe seguir con una racha impresionante en condición de visitante: que no se corte justo ahora. Hoy hay que ganar...