Se les hace agua la Boca

Se les hace agua la Boca

Los triunfos y un nivel futbolístico ascendente de River hacen que los jugadores y el cuerpo técnico se animen a soñar con achicar la distancia con el puntero. Ganar el superclásico va a ser clave, en la Bombonera. Hay que descontar ocho puntos sobre 36 en juego.

Quedan 12 fechas hasta el final. Justo en el medio de ese camino, el cruce en el que no se puede fallar para seguir alimentando la ilusión. Boca no se cae de lo más alto de la tabla, ni siquiera pierde puntos, pero la seguidilla de tres triunfos seguidos -Lanús, Belgrano y Godoy Cruz- sumada a las mejoras que se empiezan a notar en el funcionamiento del equipo alimentan la ilusión de pelear hasta el final del campeonato. No es fácil, es verdad, y en el medio también están Newell’s, Estudiantes y San Lorenzo. Pero a los jugadores se les hace agua la Boca. Y se animan a intentar achicar la distancia de 8 puntos y lograr que la lucha se ponga más caliente.
“Si seguimos jugando así y sumando victorias, tenemos que aprovechar que todavía nos falta jugar contra ellos”, avisó un Pity Martínez en alza, que se entusiasma y, sin decirlo, hace la cuenta que todos los de River tienen en la cabeza: con un triunfo en la Bombonera el próximo 14 de mayo, ya la diferencia sería de cinco unidades.
En Núñez tienen claro que en ese partido de la fecha 24 es fundamental para mantener el objetivo de pelearle el título a los de Guillermo. El equipo ya dejó pasar una oportunidad importante a fin de año en el Monumental, cuando una victoria lo hubiera ubicado a dos puntos de distancia de Boca. “Esperemos que se caiga”, fue el deseo de Mora luego de volver al gol y ser clave para sumar de a tres en Mendoza. A los punteros ahora lo esperan rivales necesitados de engordar el promedio (Vélez, Patronato, Rafaela y Arsenal) y después tal vez el tramo más difícil: visitar a Estudiantes y Huracán, y recibir a River, Newell’s e Independiente. Ahí están puestas la mayoría de las fichas para que se produzca la caída. Ese será el momento de pegar el salto.
“Nosotros vamos partido a partido, sabemos que hoy estamos un poco lejos del primer puesto, pero también que los de arriba pueden perder puntos. Por eso, tenemos que seguir de esta manera y el superclásico va a ser importante para descontar”, insistió un Alario realista. Si bien a River le espera ahora un calendario un poco más cargado (ver Lo que le queda), lo cierto es que esta nueva modalidad de disputa de la Libertadores le permite a Gallardo no tener que alternar tanto la formación del equipo.
Justamente hasta llegar al superclásico, el Muñeco deberá cruzarse también con rivales preocupados por no descender (Quilmes, Sarmiento y Temperley) y un par que flotan en el medio de la tabla (Tigre y Atlético Tucumán). Lo más complicado lo tendrá después, con visitas a Gimnasia y San Lorenzo y la llegada al Monumental de Central y San Lorenzo.
Con ese panorama y con la fecha 24 como punto de inflexión, la ilusión se mantiene. Ponzio había pedido cinco triunfos consecutivos como objetivo para escalar en la tabla y ya van tres. Los puntos que lo separan hoy de Boca pueden parecer muchos, pero todavía quedan 36 en juego. “Viendo lo que falta no es mucha la distancia”, opinó Ariel Rojas, hombre fundamental para este River que quiere parecerse al del 2014. Tal vez por esos momentos de buen fútbol que empezó a mostrar es que la gente eligió al equipo de Gallardo como “el” rival que puede luchar mano a mano con Boca para que la vuelta olímpica cambie de dueño.
Maidana prefirió esquivar la etiqueta, aunque le sobra fe para que, además de seguir avanzando en la Libertadores, los hinchas tengan una alegría de otoño: “No sé si somos nosotros el único rival. Newell’s y San Lorenzo también están en una buena posición para pelear el torneo. Ojalá sigamos con esta seguidilla y los de arriba pierdan puntos”.   
Los de arriba. Ellos. Nadie los nombra. Pero lo cierto, es que a los jugadores se les hace agua la Boca...