¿Palacios de arena?
Exequiel Palacios es el juvenil está
lejos de arreglar su nuevo contrato que vence en diciembre. ¿Habrá presión con
el Sub 20 como pasó con Driussi?
Es el karma de la
gestión, la mancha de una dirigencia que logró que River volviera a ser River,
como anunció Rodolfo D’Onofrio en su lema de campaña. La fuga de jugadores que
dejaron el club con el pase en su poder y sin dejar ingresos en la institución
comenzó con Rojas y siguió con Sánchez, Barovero y Vangioni. Y también se
produjo con uno de los juveniles con mayor proyección, Lucas Boyé, quien se
negó a firmar contrato para quedar libre y partió a los 20 años rumbo al Torino
de Italia (previo paso por Newell’s). Ahora, la novela-pesadilla podría
repetirse con otro de los pibes de gran futuro que ya dejó muestras de su
talento en cada participación en el equipo de Gallardo: Exequiel Palacios.
El chico formado en la cantera como volante derecho y transformado en interno por su capacidad de lectura del juego y su precisión para distribuir, admirador de Lucho González desde purrete, hoy está en situación de alerta para llegar a un acuerdo con River y firmar la extensión de su contrato que finaliza en diciembre. “Estamos muy lejos”, coinciden desde el club y el círculo íntimo del jugador.
Es apenas el capítulo inicial de una historia que tendrá varios episodios, principalmente hasta el final del semestre, momento en el que empezarán a tomarse decisiones determinantes. De hecho, el Mundial Sub 20 le puede jugar a favor a River, como sucedió con Driussi en el Mundial de esa categoría hace dos años: el entrenador Humberto Grondona se negó a citar al delantero si no renovaba su vínculo en Núñez. Es una carta que la dirigencia tiene bajo la manga, como también separar el juvenil del plantel profesional en los seis meses finales de su contrato.
La situación actual es que ya hubo varias reuniones entre el representante de Palacios y el vicepresidente Matías Patanian, y la oferta del club dista mucho de la cifra que pretende, sobre todo, el entorno del volante de 18 años. Seguramente porque ya recibieron sondeos de un par de clubes de Italia interesados en él.
River está haciendo los mayores esfuerzos para llegar a un acuerdo, aunque si ninguna de las partes achica la diferencia económica actual, es posible que de dé otro caso Boyé.
El chico formado en la cantera como volante derecho y transformado en interno por su capacidad de lectura del juego y su precisión para distribuir, admirador de Lucho González desde purrete, hoy está en situación de alerta para llegar a un acuerdo con River y firmar la extensión de su contrato que finaliza en diciembre. “Estamos muy lejos”, coinciden desde el club y el círculo íntimo del jugador.
Es apenas el capítulo inicial de una historia que tendrá varios episodios, principalmente hasta el final del semestre, momento en el que empezarán a tomarse decisiones determinantes. De hecho, el Mundial Sub 20 le puede jugar a favor a River, como sucedió con Driussi en el Mundial de esa categoría hace dos años: el entrenador Humberto Grondona se negó a citar al delantero si no renovaba su vínculo en Núñez. Es una carta que la dirigencia tiene bajo la manga, como también separar el juvenil del plantel profesional en los seis meses finales de su contrato.
La situación actual es que ya hubo varias reuniones entre el representante de Palacios y el vicepresidente Matías Patanian, y la oferta del club dista mucho de la cifra que pretende, sobre todo, el entorno del volante de 18 años. Seguramente porque ya recibieron sondeos de un par de clubes de Italia interesados en él.
River está haciendo los mayores esfuerzos para llegar a un acuerdo, aunque si ninguna de las partes achica la diferencia económica actual, es posible que de dé otro caso Boyé.
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